La veneración por las mujeres; la rehabilitación del Eros como divinidad; salud natural, transfigurada por la delicadeza; el fervor de la danza en todos los actos de la vida; gracia en lugar de pesar; sonrisa en vez de pensamiento; entusiasmo en lugar de pasión; la lejanía como finitud; la vida como único Dios, única realidad y único culto; el pecado como crimen y la muerte como vergüenza.
… Lo demás es filosofía, cristianismo y otras formas de caída.
— E. M. Cioran, El libro de las quimeras. Trad. Joaquín Garrigós. Tusquets: México DF, 2013. 161-2
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