Un día la ciudad desapareció. De cara al desierto y con los pies hundidos en la arena, todos comprendieron que durante treinta largos años habían estado viviendo en un espejismo.
—RELATOS VERTIGINOSOS. Antología de cuentos mínimos. Selección y prólogo de Lauro Zabala. México: Alfaguara, 2001., p. 80
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